Por: Iván Alonso/ Alonso & Muñoz
El Sistema Nacional de Plataformas Logísticas (SNPL) creado por la ley 30809 alterará el funcionamiento del mercado de servicios logísticos, introduciendo un nuevo elemento, las zonas de actividades logísticas (ZAL), con la supuesta finalidad de aumentar la eficiencia de las operaciones portuarias. La ley parte de la premisa de que la estructura actual del mercado constituye una traba para el desarrollo del comercio exterior. La evidencia, sin embargo, demuestra lo contrario. Como se ve en el gráfico, el volumen total de carga movilizada ha crecido a una tasa promedio anual de 7% entre los años 2009 y 2018. En el caso particular del Callao, el volumen de carga de importación y exportación ha crecido 8.2% al año, en promedio. Ilo y Paita muestran tasas de crecimiento aun mayores.
Este crecimiento se ha sustentado en las inversiones en infraestructura y equipamiento en los principales puertos, pero también en la existencia de una red de servicios logísticos, tales como los depósitos temporales. Alrededor del puerto del Callao hay 14 depósitos temporales con un área total de cerca de 2’000,000 m2, de los cuales tan solo 544,000 m2 pertenecen a los dos operadores portuarios. La competencia entre operadores logísticos no ha sido un obstáculo para el crecimiento del movimiento portuario. Al contrario: ha ofrecido a los usuarios una gran variedad de alternativas de precio y calidad y una diversidad de servicios según las necesidades particulares de cada uno.
La ley asume que dispersión geográfica de los depósitos temporales impide alcanzar economías de aglomeración (aquellas que se derivan de la proximidad de ciertas actividades). Pero no es evidente que existan economías de aglomeración que aún no hayan sido explotadas. Cabe preguntarse, por ejemplo, si una mayor proximidad de los depósitos temporales a los terminales portuarios del Callao puede reducir significativamente las distancias totales recorridas desde o hacia los almacenes de los dueños de la carga y, por lo tanto, los costos de transporte terrestre. Más aun, cualquier reducción en los costos de transporte terrestre que pudiera lograrse concentrando los depósitos temporales en una Plataforma Logística o Antepuerto tiene que sopesarse con el potencial incremento en el valor de mercado del terreno utilizado como depósito.
Otra de las ventajas que se atribuyen a las Plataforma Logística o Antepuerto es que permitirían eliminar los “costos evitables”, es decir, cargos arbitrarios que los depósitos temporales cobran a los dueños de la carga por servicios que no han sido prestados. Un estudio del Banco Mundial estima que tales costos ascienden a US$220 y US$250 por contenedor para la carga de importación y exportación, respectivamente. Estos son costos triviales, comparados con el valor promedio de la carga movilizada por los puertos peruanos, que es de US$1,800 por TM; y un contenedor transporta, en promedio, 11 TM por TEU. No es evidente, por lo demás, qué incentivo tendrían los operadores logísticos para cobrar por servicios que no prestan, puesto que, eliminando esos cargos, podrían ofrecer mejores tarifas a los usuarios.
Una Plataforma Logística o Antepuerto para El Callao
El nuevo proyecto de reglamento del SNPL establece como uno de sus principios el de la sostenibilidad. La sostenibilidad implica que todas las instalaciones del SNPL debe contar con una rentabilidad social positiva que las justifique. Este principio, evidentemente, debería aplicarse también a las Plataformas Logísticas o Antepuerto que son parte de las instalaciones que el SNPL comprendería.
La rentabilidad social de una Plataforma Logística o Antepuerto no depende solamente en el valor de los servicios que puede prestar, sino también en el valor de los recursos que tendría que utilizar para prestarlos. Si el valor de mercado de los recursos, que representa su valor en usos alternativos, es mayor que el valor de los servicios prestados, la rentabilidad social de la Plataforma Logística o Antepuerto se vuelve negativa. La ubicación de la Plataforma Logística o Antepuerto tiene, por lo tanto, una importancia fundamental porque el valor del terreno es la variable crítica para determinar si la rentabilidad social es positiva o negativa.
En el caso particular de los depósitos temporales, la lógica económica ha llevado a la actual configuración del mercado, en la que prevalecen los depósitos temporales extraportuarios. Dado el valor de escasez del terreno al interior de la zona portuaria, es económicamente racional almacenar la carga en un depósito extraportuario mientras se completan los procesos de importación y exportación. La ubicación de los depósitos temporales en terrenos más alejados del puerto, con menor valor comercial, economiza costos inmobiliarios y contribuye a la eficiencia del comercio exterior.
Por el contrario, la creación de una Plataforma Logística o Antepuerto en una parte del terreno que actualmente ocupa la Base Naval del Callao resultaría antieconómica. Dada la extensión de 390,000 m2, es poco probable que esta Plataforma Logística o Antepuerto reemplace en su totalidad a los depósitos temporales extraportuarios, que disponen de un área total de almacenamiento de 2’000,000 m2. Algunos, inclusive, podrían trasladar sus operaciones al interior de esta Plataforma Logística o Antepuerto. Sin embargo, desde el punto de vista del uso eficiente de los recursos económicos, la ubicación no sería la ideal. Los terrenos industriales ubicados a una distancia similar a la que hay entre la Base Naval y el puerto tienen un valor de mercado sustancialmente mayor que aquellos en zonas como Ventanilla, donde se ubican actualmente varios depósitos temporales. Los operadores de los depósitos temporales tienen incentivos para economizar costos, y saben que la carga puede almacenarse en zonas más alejadas del puerto, donde el valor de mercado del terreno es menor, sin afectar significativamente la calidad del servicio.
El principal riesgo es que el administrador de la Plataforma Logística o Antepuerto, sea una entidad pública o un concesionario privado, no internalice el costo de oportunidad del terreno. Si el administrador tuviera que pagar un arrendamiento acorde con el valor de mercado, tendría que alquilar los espacios para los nuevos depósitos temporales a precios que obligarían a éstos a cobrar tarifas más altas de las que actualmente cobran. Para que la Plataforma Logística o Antepuerto competitiva, probablemente el terreno tenga que arrendarse por debajo de su verdadero valor de mercado. Eso reduciría el costo para los usuarios, pero no porque las operaciones logísticas se vuelvan más eficientes, sino simplemente porque una parte del costo se trasaladaría al resto del Perú.
Artículo preparado para la revista digital de la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (ASPPOR).