Analistas llaman a la industria naviera a actuar con cautela ante cambios económicos
Según el FMI, se espera que en el 2018 la tasa de crecimiento PIB global aumente a 3,7%, frente al crecimiento de 3,6% registrado en 2017. De acuerdo a un análisis del mercado naviero realizado por el Consejo Marítimo Báltico e Internacional BIMCO, estas proyecciones económicas son producto de un año dedicado a los cambios en la industria comercial internacional, que buscaban afirmar ciertas áreas que estaban pasando por momentos débiles, como fue el caso de la industria de transporte marítimo.
Gracias a estos esfuerzos, BIMCO augura que para 2018 el sector de graneles secos debería mejorar el balance del mercado, siempre y cuando no aumenten las velocidades operacionales. Para el sector de transporte de carga contenerizada, las mejoras implementadas en 2017 permanecerán durante el año, con un crecimiento equilibrado entre el aumento de capacidad y demanda, por lo que se espera estabilidad en las tarifas de fletes lo que impulsaría un alza en las ganancias. Para los buques tanque la mala noticia es que la demanda y la oferta de crudo se mantendrán a un mismo nivel, son mayor crecimiento esperado para el sector del transporte de combustibles.
China liderará casi todos los mercados de transporte marítimo, desde graneles secos, crudo y hasta bienes contenerizados, generando alta competencia de manera transversal tanto en sectores como en rutas. El resto de la industria deberá aprender a vivir con el impacto de la potencia china y comprender que el ritmo de crecimiento de demanda se mantendrá bajo pero estable, sin dejarse llevar por ilusiones de aumentos explosivos. Lo importante es mantener el negocio como está, un equilibrio que costó meses conseguir y que por fin podría rendir frutos en 2018.
Graneles, buques tanque y carga contenerizada
La industria de graneles se vio beneficiada por un aumento en la demanda de 5% y crecimiento de flota de apenas 3,2%, liderado principalmente por el acero chino. Estas cifras podrían ser las responsables de convertir al 2018 en el primer año desde 2011 en redituar de manera positiva. La clave, según BIMCO, está en manejar el aumento de la flota y mantenerlo cercano al 1%, para no generar impacto negativo en las ganancias de las navieras.
La menor producción de crudo a nivel mundial causó un impacto negativo en la industria tanquera y es probable que la baja demanda de transporte de combustible se mantenga durante el primer semestre. La exportación de crudo por parte de Estados Unidos fue la nota alta de la industria en 2017 y es probable que lo siga siendo durante 2018, especialmente con los envíos a India. China también ayudó a esas altas cifras, aumentando sus importaciones en un 13% durante los primeros nueve meses de 2017. Sin emabrgo, para 2018 se espera que la tasa de crecimiento de importaciones chinas sea menor. La clave está en el desguace de naves más antiguas, para disminuir capacidad y así elevar las tarifas de fletes.
En cuanto a carga contenerizada, se cumplieron las proyecciones de BIMCO, viendo un alza en las tarifas de flete y reducción en su volatilidad, junto con una disminución de la actividad de desguace, lo que activó la flota detenida. El aumento de la demanda en un 5% fue el más alto registrado en los últimos seis años, combinado con un crecimiento moderado de la flota, se logró el tan esperado equilibrio entre oferta de capacidad y demanda de carga. Sin embargo, la construcción naval también se vio reactivada, con nuevas órdenes de naves para el 2019-2020, con lo que se espera que la flota nominal crezca en un 4% durante los próximos años.
La industria de transporte de carga contenerizada debe continuar poniendo el foco en la reducción de costos y optmización de sus operaciones, principalmente a través de economías de escala. (FUENTE: MUNDO MARÍTIMO).