Según el investigador Álvaro Artigas, de la Universidad Sciences Po, Francia, el puerto queda al debe en materia de sustentabilidad
El doctor Álvaro Artigas, investigador de la Universidad Sciences Po, Francia, estuvo de visita en Chile, participando en una conferencia organizada por el Centre for Business Sustainability de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez. Terminada su exposición, conversó con MundoMarítimo sobre gobernanza territorial en los puertos de Perú.
El investigador, explica cómo ha funcionado el proceso de modernización, con un enfoque territorial que da prioridad a la productividad –debido a la economía extractiva que tiene Perú- pero que deja en segundo plano las necesidades de las ciudades.
En la conversación centró su análisis en El Callao, puerto que moviliza más del 70% de la carga peruana. Con una reciente ampliación, que implicó mejoras en muelle, grúas y dragado, actualmente está recibiendo buques más grandes y prestando, por cierto, una mejor atención, pero consecuencias en su dinámica con las ciudades de El Callao y de Lima.
¿Ha funcionado la gobernanza en los puertos de Perú?
–El proceso no ha sido muy consensuado. Es un tema que se decide bajo una lógica muy productivista. Tienes una economía extractiva muy fuerte, donde hay estudios de impacto ambiental, muchos de los cuales se respetan a medio camino. El dispositivo de protección no se lleva completamente a cabo. El problema que veo en los puertos, en la transformación del puerto del Callao, con las líneas logísticas, todo ha sido decidido de una manera poco consensuada obedeciendo a intereses de facilitación logística sobre todas las otras cosas.
¿Qué rol se la da a las comunidades en Perú?
-Se les escucha, pero ellas no se movilizan en todos lados. En las pequeñas localidades hay más capacidad de movilización. Perú tiene una dinámica muy regional. Las comunidades se organizan a partir de la movilización de académicos o de proyectos internacionales. A veces las personas se hacen expectativas increíbles: piensan que si un proyecto de infraestructura pasa por donde están, los precios van a ser más baratos. Por ejemplo, con un gasoducto la gente quería que pasara por donde vivían porque creían que el gas iba a ser más barato.
¿Se da realmente la integración ciudad-puerto en el país?
–En Lima se da, porque la ciudad de Lima se comió al puerto. Son dos ciudades en el fondo, Lima y el Callao, lo que genera muchos problemas. Cada ciudad puede otorgar los permisos de circulación que quiera. Por culpa de El Callao se ha multiplicado la masa de autos de Lima por dos. Eso ha generado muchos problemas de logística que influyen en la competitividad. El Puerto del Callao está en veremos, porque es necesario pensar la estructura portuaria dentro de la ciudad como una entidad integrada y eso todavía no se tiene muy claro cómo hacerlo.
¿Hay algún proyecto pensado para el futuro que vaya orientado a mejorar esta relación?
-Hay una tentativa de armonización de las políticas metropolitanas, el plan 2035 de la ciudad de Lima. Lamentablemente, la política es de muchas promesas y eso ha sido complicado generar una estabilidad. Como El Callao y Lima no dialogan para estructurar una estrategia común y el Estado planifica estructuras logísticas a nivel territorial, pero sin tener en cuenta las necesidades de la ciudad misma, hay poca interlocución en esta gran dinámica.
¿Cómo ves las estrategias de sustentabilidad?
-No se piensa en las ciudades respecto a su frente marino. Cuando ves las estrategias de sustentabilidad, los pescadores no importan. La capacidad de planificación logística es curiosa. Cuando se hace una planificación al servicio de los intereses nacionales y extractivos, pero no dentro de una perspectiva razonada de la ciudad. (FUENTE: MUNDO MARÍTIMO)