2017: ¿UNA NUEVA CARA PARA LA INDUSTRIA NAVIERA?
SECTOR MARITIMO

2017: ¿UNA NUEVA CARA PARA LA INDUSTRIA NAVIERA?

OPINIÓN
DIEGO BLOTTE Country manager de Maersk Line Perú

Los escenarios económicos poco favorables que se produjeron a consecuencia de la crisis económica del 2008 desencadenaron un periodo de inestabilidad para el sector naviero. Una débil demanda mundial trató de ser combatida mediante la compra de barcos cada vez más grandes que otorguen economías de escala; sin embargo, ello derivó en una sobreoferta de capacidad, que trajo consigo una progresiva caída de los fletes, y un gran sobreendeudamiento para las líneas navieras. El 2016 vio una consolidación de la industria sin precedentes. Muchas empresas atravesaron uno de los peores momentos económicos de su historia y, al hacerse insostenible su continuidad, sus accionistas decidieron fusionarse con otras o ser parte de una adquisición.

Así de las 20 empresas más grandes portacontenedores, quedarán solo 13 una vez concretadas las fusiones y adquisiciones anunciadas. Esta consolidación del sector es una buena señal que debería ir unida a una reinvención de los principales actores, que otorgue un equilibrio entre la oferta y la demanda.

Este 2017 debería traer una nueva cara para la industria naviera. Las compañías del sector deben orientar sus decisiones hacia la racionalización de los recursos con los que cuentan, aprovechando responsablemente el número de flota adquirida y la edad promedio de esta. Asimismo, deben poner servicios nuevos o barcos más grandes en rutas donde efectivamente la demanda requiera un incremento de oferta. La clave está en manejar con disciplina e idoneidad la cantidad de recursos disponibles para lograr un crecimiento sostenible.

El Perú no está exento de todos estos cambios a nivel global. En nuestro país operan las principales líneas navieras del mundo, y durante el 2017 y el 2018 se verán cambios en la composición de muchas de estas debido a las fusiones y adquisiciones. Hemos visto un boom de exportaciones en los últimos años, sobre todo en sectores no tradicionales como el agroindustrial y la pesca, los cuales son dependientes de las líneas navieras toda vez que son estas las que transportan sus productos a todo el mundo. Debido a ello es que lo que ocurra en el sector a nivel global será clave para nuestro país, y una nueva cara para la industria naviera será fundamental para su sostenibilidad.

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