LA LARGA ESPERA POR LA RECUPERACIÓN DE LA CARGA
SECTOR MARITIMO

LA LARGA ESPERA POR LA RECUPERACIÓN DE LA CARGA

Análisis revela continuidad de desequilibrio oferta-demanda

A seis meses de la estrepitosa quiebra de Hanjin, las 93 embarcaciones y más de 600 mil TEUs de capacidad que salieron del mercado han ayudado a mantener a flote a una industria que lleva varios meses con el agua hasta el cuello.

A pesar de que desde el Año Nuevo Chino se ha visto un leve descenso en las tarifas de fletes, siguen estando muy por sobre el promedio del mismo período el año anterior.  Pero esta tenue recuperación de las tarifas en los últimos meses podría estar bajo amenaza frente a la nueva oleada de capacidad que se espera ingrese al mercado, menciona Xeneta en su blog.

Visto desde fuera de la industria, es como si el mercado de transporte de contenedores insistiera en ser su propio peor enemigo. Es como ese adolescente rebelde que insiste en conductas autodestructivas esperando tener un resultado diferente… como si la quiebra de Hanjin no hubiese surtido advertencia alguna.

La amenaza de las megaembarcaciones

Tras la quiebra de Hanjin las cancelaciones de navegaciones continuaron, se redefinieron las alianzas y varias toneladas de capacidad pasaron a desguace. Este conjunto de medidas dio la falsa esperanza de que la industria estaría tomando conciencia de la importancia de reducirse ante un mercado deprimido. Pero no. La reducción momentánea era solamente la preparación para la introducción de nueva capacidad.

Apenas a fines de febrero, MSC recibió el MSC Rifaya, un portacontenedor de 19.500 TEUs de capacidad, el cual será seguido de dos naves de igual capacidad durante los próximos 30 días. Estos casi 60 mil TEUs adicionales irán a parar a la ya colapsada ruta Asia-Norte de Europa, que cuenta con un exceso de capacidad de 340 naves.

Una sensata decisión

Maersk también aprovechó “el ofertón” de precios del acero para mandar a hacer nuevos barcos, pero ante la situación actual de la industria retrasó la entrega para el 2018-2019 de nueve naves de 14 mil TEUs. En caso de que la demanda repunte, Maersk descansa en el apoyo de naves charter.

La sensata decisión de Maersk impacta directamente en los astilleros asiáticos de Corea del Sur y China, los que han visto paulatinamente cómo han disminuido los pedidos, viendose en la obligación de despedir personal y recurrir a la asistencia finanaciera estatal para subsistir.

El mercado continúa siendo impredecible, donde la única constante es la profundización de una crisis que ha logrado manterse al filo de la muerte por demasiado tiempo.

 

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