Si EE.UU. impone aranceles, las exportaciones desde Pekín caerían hasta un 25%
El rechazo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a los acuerdos comerciales con el resto de Norteamérica y Europa no ha despertado mayor atención de parte de la línea naviera Maersk, pero su director ejecutivo, Søren Skou, expresó que “cuando las conversaciones lleguen a una posible guerra comercial con China, nos sentaremos y escucharemos» porque “eso tendría un efecto muy negativo en nuestro negocio».
Según un reporte de Bloomberg, Maersk, que está tratando de dividir sus operaciones de energía con el fin de concentrarse totalmente en una división de transporte liderada por su área de contenedores, vio cómo sus acciones caían el 8 de febrero después de reportar una pérdida de un año cuando los analistas predijeron ganancias.
La compañía espera que el mercado global del transporte marítimo crezca alrededor del 2-4% este año, ayudándole a aumentar sus ganancias en bienes de envío en al menos US$1.000 millones. Pero una guerra comercial entre los EE.UU. y China sería un revés para las pretensiones de tales pronósticos.
Los analistas de Goldman Sachs estiman que si Trump impusiera aranceles a China de hasta un 10%, las exportaciones a EE.UU. caerían hasta un 25%. Eso podría erosionar el crecimiento económico de China en hasta 1 punto porcentual.
Respuesta de China
Los analistas de Goldman predicen que una respuesta china podría producir hasta un cuarto de punto porcentual frente al producto interno bruto estadounidense. En otras palabras, las dos mayores economías del mundo sufrirían pérdidas significativas relacionadas con el comercio que sin duda tendrían un efecto de repercusión en todo el mundo.
Maersk, cuya ruta más importante corresponde al tránsito de contenedores procedentes de Asia y con destino a Europa, ha aprovechado la consolidación en la industria para extender su alcance geográfico. Pero incluso esa estrategia podría resultar estéril si el mundo entero se hunde en una guerra comercial.
«El nacionalismo se ha convertido en un fenómeno globalizado y eso es un desarrollo muy inquietante para el transporte marítimo», señaló Peter Sand, analista jefe de Bimco, la mayor organización naviera del mundo. Aunque una guerra comercial mundial no es el escenario principal, ya que “está claro que estamos viendo un aumento en el proteccionismo».
Sand señala que ya hay muchas señales de que las barreras comerciales son un problema. De las casi 3.000 restricciones comerciales establecidas desde 2008, los 164 miembros de la Organización Mundial del Comercio sólo han eliminado 740, según un informe publicado por la OMC con sede en Ginebra en diciembre.
Mientras que las consecuencias de las políticas comerciales de Trump son alarmantes para Maersk, la compañía es más positiva en lo que está escuchando sobre las propuestas de impuestos que vienen de la Casa Blanca.
«La nueva administración en los EE.UU. quiere bajar los impuestos y también planea grandes inversiones en infraestructura», dijo Skou. «Y eso, sin duda, significará más importaciones para los EE.UU., lo cual es bueno para nuestro negocio».